Que tal semana santa
Canopy en Arequipa
Todo se decidió hace dos semanas, la idea de viajar durante los feriados la teníamos fija, pero el lugar no; apostamos por la confiable Arequipa que nunca deja de sorprendernos. En viajes anteriores, el propósito principal era para hacer compras, pasear, etc. pero Arequipa ofrece más. Queríamos algo distinto, cambiar de aires y salir de la ciudad, y fue de esta forma que terminamos por elegir Colca. El tour ofrecía visitas sl cañon, un hotel a las afueras de la ciudad, todo bacan; pero sentía que faltaba algo de adrenalina en el viaje, y navegando por internet, llegamos a "De Aventura". Gran asesoramiento debo mencionar. Rosario me facilito todo y terminó por hacer que me convenciera que realizar Zip-line en Chivay. Cuando llegó el Día, mi enamorado, literal, estaba temblando. Cabe mencionar que el es una persona que "no le suelen llamar la atención" deportes que impliquen sacar los pies del suelo y menos los que tengan una velocidad superior a lo que el puede correr. Aquel jueves casi no llegamos. Con culpa debo decir, que por poco malogramos el mototaxi que nos llevo hasta el punto de encuentro. caminamos cinco minutos (aunque se sintió como media hora por la altura), pero al ver el paisaje que nos esperaba, sabíamos que teníamos que hacerlo si o si. Mi enamorado pregunto por todo, hasta los instructores tuvieron que decirle que se calme de lo preocupado que estaba por su seguridad. Cuando se atrevió a lanzarse, la primera ida la hizo con los ojos cerrados por el miedo. Al llegar mi turno, estaba con esa mezcla de sentimientos, entre miedo, adrenalina, emoción, etc. Para qué, he gozado cada segundo y disfrute de una vista espectacular. Ya pasado el primer susto, a la regresada, me atreví a hacerlo de cabeza, y fue incluso mejor. Nuestro error, olvidarnos en el hotel el estuche aventurero para el cel y no poder grabar la experiencia. Me quede con ganas de volver a intentarlo, y prometo volver. Pero ahora al nivel Monster, que nos indicaron, es el mejor que hay. Una experiencia que jamás olvidaremos, y que, obviamente, repetiremos.
